El XXV Congreso Nacional de Librerías, organizado por CEGAL, y que ha tenido lugar en Madrid entre el 22 y el 25 de junio, confirma que hay otra mirada desde las librerías y hacia estas, pero los problemas estructurales permanecen porque ni con la experiencia de la pandemia se ha conseguido regular el modelo

Hace 54 años alguien pensó que había que organizar un congreso de libreros y que tenía que ser en Madrid, pero que no solo reuniera a libreros, también a editores, cuando menos. Detrás de la iniciativa estaba Marcial Pons Abejer, abuelo de Enrique Pascual Pons, quien heredaría el oficio y también ostentaría la presidencia del Gremio de Madrid.

Enrique Pascual Pons En calidad de presidente, Pascual Pons participó el pasado miércoles en la inauguración del Congreso Nacional de Librerías que organiza cada dos años la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL) con la idea de propiciar un espacio de encuentro de todo el sector, en un sentido amplio y abierto. Y se ha celebrado en Madrid, para más señas, siendo este el escenario, hasta el mediodía del sábado 25 de junio,  que sin pretenderlo ha servido de homenaje a aquellos que se estrenaron en el arte de las conferencias plenarias, allá por 1968, para dar empaque a sus disertaciones sobre temas librescos. Imprimir ese enfoque a modo de tributo a la XXV edición de este foro profesional era de justicia dado que «el mismo espíritu permanece», afirmó convencido el presidente del Gremio de Librerías de Madrid antes de ceder el turno de palabra a la consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz.

Madrid ha sido testigo, por tanto, de que las preocupaciones y los problemas del sector son los mismos que hace más de medio siglo, aunque un poco más complejos. Hoy se habla de diversidad librera. En esa complejidad tiene parte de responsabilidad la tecnología, aunque también ha servido para unir voluntades, como las de los impulsores y mantenedores de la plataforma todostuslibros.com que ahora se encuentran en pleno desarrollo de nuevas funcionalidades tras la escucha activa de toda la cadena del libro. Entre ellas, el sistema automatizado de preventas, la reorganización de la plataforma para que la presencia de autores y editores sea singular, el dar cabida a las revistas culturales y a la disponibilidad en las bibliotecas, las mejoras del buscador interno y priorizar a aquellas librerías que llevan tráfico a la plataforma.

El empeño de unos pocos ha conseguido contagiar de entusiasmo a los más reacios a admitir que podía existir una herramienta hecha por y para las librerías sin tener que renunciar ni un ápice a sus espacios físicos, que es donde verdaderamente pueden competir no por precio, sino por afecto. La sentencia es de Jesús Trueba (Librería La Buena Vida, Madrid), el librero que mejor conoce la plataforma, y quien refiriéndose a esta concluyó su charla diciendo: «Esto es nuestro, si no lo promocionamos, nadie lo va a hacer por nosotros».

Jesús Trueba en el XXV Congreso de Librerías
En todostuslibros.com se localizan 665 establecimientos, según el Mapa de Librerías 2022, que fue presentado por Álvaro Manso, portavoz de CEGAL, y 2.977 son los que reúnen los requisitos para formar parte del censo recién actualizado. Todas estas librerías cifran al menos en un 30% su facturación anual en venta de libro nuevo. Este estudio —instrumento de análisis de las librerías independientes que operan en España y que forma parte de los estudios del Observatorio de la Librería, elaborados por CEGAL, con la ayuda de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte—, también se marcó como objetivos la distribución territorial de las librerías, identificar la presencia digital de las que forman parte del censo, conocer su perfil medio, recoger sus buenas prácticas comerciales y analizar su evolución desde 2016 en adelante. En cuanto a esto último, solo 435 librerías cumplen con el requisito de alcanzar el 50% en su facturación anual en venta de libro, según puede leerse en el documento disponible para su descarga en la web de CEGAL.

Resiliencia y un poco de vuelo

«Es importante conocer cómo somos para incorporar los cambios estructurales que necesitamos», dijo Manso en clara alusión a las palabras pronunciadas minutos antes por María José Gálvez, directora general del Libro y Fomento de la Lectura, a propósito del espacio compartido con varios ponentes dedicado a los fondos europeos Next Generation, mecanismo de recuperación y resiliencia, y que, según sus palabras, deben servir «para crecer, para transformarse y para disponer de las herramientas adecuadas para gestionar la incertidumbre». Pero no todo vale para disfrutar de ellos. Europa pide dosis suficientes de modernización, fortalecimiento y digitalización que permitan a las librerías ser más sostenibles.

El Plan de Fomento de la Lectura (2021-2024) debe «coger un poco de vuelo», advirtió Gálvez. Entre otras tareas pendientes, a nivel colectivo, también apuntó la necesidad de ganar en competitividad apostando por herramientas digitales que permitan trabajar de manera más fiable y segura, como todostuslibros.com, Librired, DILVE, SINLI… A nivel individual, para la directora general del Libro lo primordial es dignificar el oficio apostando por la formación, que los profesionales elijan trabajar en una librería, o emprender con un negocio librero, por convencimiento propio. Pero «solo es posible si es viable y ello requiere de reconocimiento social», apostilló.

La voz crítica en ese sentido la alzó Miguel Iglesias, vicepresidente de CEGAL, quien pese a ver claras posibilidades de crecimiento en todostuslibros.com, —y es donde, en su opinión, se debería poner el acento—, «no solo necesitamos digitalizarnos, sino que lo físico también debería estar en los pliegos como algo subvencionable».

Por su parte, el representante de los distribuidores, Astor García (secretario general de ADILE, miembro de FANDE), alabó el papel que venía jugando la Mesa del Libro como consejo permanente en el que participan todos los agentes del sector, y se sumó a la preocupación compartida por todo el sector, el relevo generacional, algo que no ocurre por arte de magia.

Mágicos no, pero sí misteriosos pueden llegar a ser algunos de los clientes que visitan las librerías. Por primera vez se ha querido amplificar su voz y saber qué opinan sobre el trato recibido a través del mystery shopping. «Las librerías ya tienen en su ADN la amabilidad y el asesoramiento, por lo que solo es cuestión de reforzar algunos puntos», advirtió Nathaly Cano, de la consultora Qualimetrie, que ha basado su estudio en una muestra integrada por 25 establecimientos de toda España para concluir en algo que, aunque sabido, conviene recordar: la experiencia de cliente se tiene que trabajar a diario.

Contratos públicos en pocas manos

A nadie se le escapa que otro de los caballos de batalla del sector está relacionado con la contratación pública. En el caso de las librerías, Cristina Benavides, (Librería Lex Nova, Madrid), compartió con el auditorio varios datos que justifican la urgencia de un mejor reparto a corto plazo: entre enero de 2021 a junio de 2022 el volumen de contratación ascendió a 29 millones de euros, solo 102 librerías han sido adjudicatarias, y lo peor de todo es que el 35% de los concursos ha sido acaparado por tan solo 4 establecimientos que parecen haber acertado siempre con los criterios de desempate de los procesos de selección.

Ponentes mesa contratación públicaTras un repaso por las directivas europeas que se han aplicado al sector librero de la mano de Daniel Martín Brennan (The European and International Booksellers Federation (EIBF)), los asistentes al Congreso supieron por qué el Acuerdo Marco de la Comunidad Madrid —sistema ideado para la adquisición de fondos bibliográficos por parte de las bibliotecas—, es modélico. Lo explicó Isabel Moyano, subdirectora general del Libro, orgullosa de haber conseguido con el mismo homologar a las librerías (casi el 14% del total de establecimientos del país), utilizando todos los mecanismos que la ley permite, y garantizando la libre concurrencia.

Enrique Pascual (Librerías Marcial Pons, Madrid) volvió a intervenir el último día desde el auditorio de la Casa del Lector, sede del Congreso, para hablar del futuro de la librería. Compartió conclusiones valiosas a las que ha llegado tras leer a expertos como Ryan L. Raffaelli, Philip Kotler o Tim Mason. «No todos los negocios libreros tienen que basar su modelo en la omnicanalidad», advirtió, sino que se debe tender hacia lo híbrido buscando «un equilibrio entre lo físico y lo digital» teniendo en cuenta, además, que el cliente «está buscando experiencias y emociones». Y puso ejemplos concretos, como instalar pantallas en la librería con recomendaciones de los libreros, hacer posible que la visita sea personalizada, emitir en streaming las actividades, recomendar en formato podcast, y atender a distancia a través de alguna herramienta tipo Facetime.

Exceso de novedades, ganancias de transportistas

Con todo ello se mostró de acuerdo Juan Miguel Salvador (Librería Diógenes, Alcalá de Henares), menos en que no se edite demasiado. «Yo creo que el mayor problema estructural de nuestro sector es el exceso de novedades», sentenció. En su opinión, la alta rotación de libros en las librerías «está generando un movimiento (devoluciones) que provocan que el coste cultural, económico, ambiental, y el tiempo de trabajo improductivo para todos los subsectores del sector sea muy alto». Para el librero de Alcalá de Henares, el año 2020 fue excepcional, se logró romper la tendencia, pero todo indica que la pandemia no ha servido para regular el modelo de negocio librero.

Juan Miguel Salvador Diógenes Congreso Cegal

Así las cosas, al profesional que trabaja en una librería se le pone muy difícil conocer todo lo que se publica, la selección es necesaria pero cada vez más complicada, mientras que, y no es ninguna novedad, la escalada de devoluciones solo beneficia al transportista.

El problema de la sobreproducción también genera otras situaciones nada deseables, como el agotamiento de los recursos. La energía es clave, todo parece indicar que estamos ante un decrecimiento energético, y «sin energía no hay economía», recordó.

Este es el negro panorama que describió Juan Miguel Salvador vaticinando que ni las renovables, por sus limitaciones, podrán suavizarlo porque «todavía no somos conscientes del cambio tan profundo que tenemos que hacer». Pero no solo evidenció las ineficiencias estructurales del sector con un nutrido aporte de datos, también hizo propuestas que afectan a toda la cadena del libro y que pasan necesariamente por reducir el número de novedades. Instó a sus colegas a concentrar esfuerzos en menos referencias primando la calidad para conseguir que el porcentaje de devoluciones sea asumible.

Por lo demás, los libreros y libreras que escucharon la instructiva ponencia de Oriol Estrada se llevaron una idea más clara sobre cómo vender manga, producto por el que en la actualidad apuestan los grandes grupos editoriales disputándose un mercado creciente de lectores que ha duplicado las ventas en el último año en España.

«¿Dónde comprarán los lectores del futuro? Pensemos juntos cómo atraer a la generación digital» fue el título de uno de los espacios de reflexión del Congreso que más interesaron a los asistentes. Y no solo se aplicaba al manga, sino a cualquier otro tipo de género.

Porque lo importante es que la librería siga siendo el lugar preferido por aquellos que compran libros, tal y como aseguran los últimos informes de lectura, cosa que ni por asomo podrían plantearse los colegas de Marcial Pons hace 54 años. En 2024 Pamplona brindará otra oportunidad de recordar que fueron ellos los que primero sintieron la necesidad de tomar el pulso al sector.